martes, 24 de abril de 2012

TARTA CASTILLO DE PRINCESA

Se puede decir que este proyecto tuvo sus altibajos, porque cuando Elena y yo comenzamos a hablar de la tarta ella pensaba en una idea y yo entendía otra. Al principio parecía que haríamos una tarta como la princesa Aurora, con una muñeca. Pero al cambiar la fecha a un par de semanas más tarde, la idea fue cambiando y acabamos con la princesa y su hogar, un castillo.

Como casi siempre huyo de las imitaciones, quise hacerle un boceto con la idea que me tenía loca. Sí, se nota que hacía tiempo que deseaba muy mucho hacer una tarta como ésta. Como veréis no he optado por un castillo de torres perfectamente rectas y simétricas, sino por un castillo muy infantil y con colores llamativos, pero siempre en la misma linea, sin grandes estridencias. Desgraciadamente me puse enferma en el último momento y hay cosas que no pude hacer como quería (creía que me explotaba la cabeza, me quemé una mano...). Sin embargo, exceptuando le modelado de la princesa, que me hubiera gustado haber logrado más, creo que salió bastante bien.

Eso sí, lo de las torres inclinadas, nunca más. Lo pasé fatal cuando una de ellas trató de suicidarse antes mis asombrados ojos, cuando hacía horas que las había montado felizmente. Uf, qué sufrimiento de tarta, madre mía. Y la purpurina la hace tan cuqui...






El piso de abajo es una falsa tarta, mientras que el segundo es un bizcocho de chocolate relleno de ganaché de chocolate con leche y ganaché de chocolate blanco. El tercer piso y las torres están hechos de cereales de chocolate con nubes.

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