Mariola, la mamá de Laia, quería darle una sorpresa a su pequeña con una tarta de su personaje favorito. Cómo no, la vampirita más fashion e imitada del globo. Y es que esos fucsia, blanco y negro tienen mucho que ver, atraen.
Como ya tenía hecha una de las Monster High, traté de desmarcarme un poco de lo que ya había hecho la primera vez y aparqué la técnica puzzle para ponerme manos a la obra con el modelado. Decidí que, debido al peso que tendría la cabeza de esta muñeca, era inviable ponerla sobre la tarta, sin ningún apoyo. Puse el logo del instituto y en el frontal a Draculaura, con su dulce expresión (que ya me diréis, qué vampira más rara, con esa carita de niña buena...). Es un altísimo relieve hecho a mano, prácticamente una figura exenta si exceptuamos las dos coletas.
Es un bizcocho de vainilla relleno de ganaché de chocolate blanco y de crema de yema tostada.
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