martes, 29 de mayo de 2012

EXPERIMENTOS SOLIDARIOS: GALLETAS MODELADAS Y PINTADAS A MANO

Hace unos días vino mi sobrina, Silvia, para pedirme que le hiciera unas galletas para llevar a la merienda solidaria que organizaba Cáritas para ayudar a Etopía en su colegio. Por supuesto, le dije que sí y le prometí algo bonito.

Hacía mucho que me rondaban ideas nuevas para las galletas, pero por falta de tiempo o, simplemente por dejadez, no había encontrado ocasión de ponerme manos a la obra con ellas.  Así que ¿qué mejor ocasión que ésta?



Quería hacer galletas modeladas de estilo country, pero sin copiar las de nadie, dejándome llevar. Y por eso veréis que cada una es distinta de la siguiente, prueba de que estaba experimentando y buscando mi propio estilo.


         He usado la receta que os puse hace poco de galletas de vainilla sin huevo y no os imagináis cómo olía mi casa... Y así han nacido estos animalillos del bosque tan tiernos...

O estas niñas pillas que se esconden...

Y como me quedaba una espinita clavada con las galletas pintadas a mano y una galleta "en blanco", me salió ésto, que me ha dejado feliz y descansada.
Ahora sí, hasta la próxima entrada de galletas, que tiene que ser los bordados con glasa. Cuando My Little Bakery sueño con esas preciosas galletas saliendo de mi manga pastelera.

lunes, 28 de mayo de 2012

TARTA POCOYÓ II Y RECETA MADEIRA SPONGE CAKE

Esta entrada bien se podría titular "La maldición de Pocoyó, el niño azul", pero me lo he pensado mejor y la he dejado en plan más diplomático. Habréis visto que es la segunda tarta que hago de Pocoyó, y si habéis hecho bien los deberes y leído lo que escribí entonces, sabréis que fue una de esas tartas que se quedan para siempre en tus pesadillas más terroríficas. Parecía que todo iba a salir mal, in extremis la medio-arreglas y se te queda un cuerpo malo malo después de entregarla.

Pues sí, otra vez hago Pocoyó y otra vez me encuentro con todo tipo de contratiempos. Menos mal que esta vez era muchísimo menos arriesgada.

Yo soy una persona muy exigente con mi trabajo, no solamente con esto de la repostería, sino también en mi trabajo del día a día (el que me da las habichuelas y me financia esta pasión creativa, vamos). Por eso no soporto que me salga mal ni siquiera una tarta que me vaya a comer en la intimidad de mi hogar. Qué le vamos a hacer, si me gusta que las cosas salgan bonitas y ricas...

Cuando cubrí la tarta de ganaché, la igualé y la dejé lista para trabajar con el fondant pensé "qué perfecta estás, no me darás problemas". Pero ¿quién me iba a decir a mí que iba a ver cómo al cubrirla se moverían los discos de bizcocho y saldrían burbujas sin ton ni son? Me quedé fría. Pero como no iba sobrada de tiempo, reaccioné y sustituí el fondant. No es que quedara perfectísima, pero ya era más aceptable.

Y por hablar de otros problemas, diré que los modelados tipo relieve, como es el caso de esta tarta, tampoco fueron coser y cantar. Y mira que parecen sencillos, pero es que si quieres que se parezcan a los personajes reales, tienes que fijarte mucho en pequeños detalles y tratar de plasmarlos.

Por otro lado, tampoco quería hacer la tarta de siempre, con el nombre dentro de los cuadrados de colores básicos, o dentro de cubos de esos mismos colores... Quería una tarta sencilla, bonita y divertida. Pensé que el nombre imitando la cuerda del globo quedaría simpático, o el cabo de una de las cuerdas amarrado al rabito del perro... No es una tarta que pase a la historia, pero yo me quedé bastante satisfecha del trabajo realizado, sobre todo después de sudar tinta con el fondant.




Se trata de un bizcocho al aroma de cacao, relleno de ganaché de chocolate blanco y de chocolate con leche.
RECETA MADEIRA SPONGE CAKE (a mi manera)
Y ahora sí, vamos allá con la receta del bizcocho. Antes de empezar, me gustaría decir que, aunque algunos blogs hablan de este bizcocho como demasiado seco, a mí me encanta y de momento nadie me ha dicho que su tarta esté muy seca. Creo que a veces el problema somos nosotros y no el propio bizcocho, porque aunque sé que en algunos países no se suele bañar el bizcocho con almíbar, aquí es una tradición y estamos acostumbrados a esos pasteles jugosos y llenos de sabor, que parecen que nada tiene que ver con un bizcocho Madeira. Ahí está la cuestión, en acertar con el almíbar y saber la justa medida del calado del bizcocho, de forma que no se deshaga, pero que nos inunde el paladar de suavidad y de sabor. No hay bizcocho seco, os lo aseguro.
La mayor ventaja del Madeira Sponge Cake (en adelante MSC) es que tiene una enorme consistencia y aguanta lo que le echen. Se puede tornear, que para los que os iniciáis significa darle forma, tallarlo, para que tenga la forma que se le quiera dar. Si se deja un par de días envuelto en film, asienta muy bien sin perder su sabor, de forma que al cortarlo no se rompe y apenas desmigaja. Por no hablar de que soporta con estoicidad el peso del fondant y de la decoración, sin mostras nunca atisbos de debilidad.
En algún sitio leí que este bizcocho se hizo en Inglaterra para los desayunos, para mojar en la leche.


Ahora me dejo de más discursos y os dejo la receta que yo siempre hago y que no sé de dónde saqué (probablemente la saqué yo misma de tantas pruebas que hice siguiendo muchísimos blogs). Las cantidades están calculadas para un molde de 15 cm de diámetro y unos 10 cm de altura. Os aviso de que sale un bizcocho altísimo.


INGREDIENTES:


* 6 huevos
* 300 g de matequilla a temperatura ambiente
* 300 g de azúcar
* 450 g de harina normal
* 1 sobre de levadura Royal
* 1 cucharada de esencia (vainilla, cacao, azahar...)


PREPARACIÓN:


1º) Precalentar el horno a 180 ºC, encamisar el molde con mantequilla o con spray desmoldante.


2º) Se pesan todos los ingredientes para tenerlos listos y se tamiza la harina con la levadura.


3º) Batir la mantequilla con el azúcar hasta que se integren y haya aumentado un poco la masa. Si tu batidora es de poco potencia, es importante que antes de ponerla a trabajar en este punto, le ayudes integrando el azúcar en la mantequilla con el dorso de una cuchara.


4º) Se añaden de uno en uno los huevos, cuidando de que quede integrado uno antes de añadir otro.


5º) Es el momento de incorporar la esencia y batir de nuevo.


6º) Añadir poco a poco la harina con la levadura mientras que se sigue batiendo. Lo ideal para evitar luego burbujas, es que una vez que se haya puesto toda la harina, dejar que la batidora trabaje unos 4-5 minutos y asegurarse de que el azúcar no se haya quedado en el fondo del recipiente, removiendo de vez en cuando con la cuchara.


7º) Se pone en el horno durante una hora aproximadamente, pero eso depende del horno de cada cual, hay que ir controlando. Eso sí, no abráis el horno hasta que hayan pasado al menos 40-45 minutos, porque seguro que no estará y nos arriesgamos a que se venga abajo. Pasado ese tiempo, abrimos, pinchamos con un cuchillo largo o con un palito de brocheta y comprobamos. Si sale húmedo, lo dejamos unos 10 minutos antes de volver a comprobar.


8º) Una vez hecho, lo sacamos del horno. A los 5 minutos más o menos, lo podemos desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla. Si veis que tiene mucha joroba, podéis dejarlo al revés sobre la rejilla para que quede más estético.

Y a trabajar con él! Espero que os haya gustado. En la próxima entrada os hablaré de cómo calcular las cantidades para moldes de otras medidas y algún consejillo para la cocción.

viernes, 25 de mayo de 2012

GALLETAS DE BEBÉ VINTAGE Y RECETA DE GALLETAS SIN HUEVO

Esta entrada hace tiempo que la tengo pendiente de publicación, a la espera de hacer no sólo la versión en rosa, sino también en colores de bebé niño, que parecería que sólo nacen niñas... Son galletas al aroma de vainilla y sin huevo, de forma que su caducidad es bastante más amplia. Están decoradas con fondant y algún toque de glasa, además de perlas comestibles. Son sencillas y clásicas, pero bastante resultonas, al menos a mi me encantan.


¿No es un bebé delicioso? Me alegro muy mucho de haber comprado este cortador.


Os dejo la receta que a mi me va perfecta en cuanto a lo que a sabor se refiere, de la mano de Sugarmur. La única pega que le encuentro es que se rompen con más facilidad que las recetas que contienen huevo, pero manejándolas con cuidado tendremos unas deliciosas pastas, con muchísimo plazo de caducidad y con la seguridad de que no se deforman con el horneado.

RECETA GALLETAS SIN HUEVO:

Ingredientes:
* 250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
* 125 g de azúcar glas
* 1 cucharadita de sal
* 1 y 1/2 cucharadita de esencia (yo adoro la vainilla, pero vale cualquier esencia)
* 415 g de harina


Preparación:


1º) Batir la mantequilla hasta que tenga la consistencia de la pasta dentífrica, es decir, cuando haya crecido un poco y se vea un poco más blanca.


2º) Añadimos de cucharada en cucharada el azúcar glas muy bien tamizado, hasta que se integre totalmente.


3º) Se añade la esencia que hayamos elegido y la sal y batimos de nuevo para integrar.


4º) Es el momento de ir añadiendo de cucharada en cucharada la harina también bien tamizada e integrar mediante espátula de silicona o amasando a mano, según las ganas que cada cual tenga de "pringarse" jejeje.


5º) Ahora sí, ya tenemos la masa de nuestras galletas. La envolvemos en film trasparente y la guardamos en la nevera durante al menos una hora. Yo lo hago en dos bolas, porque así la masa que no uso en el primer momento no pierde temperatura.


6º) Transcurrida esa hora de espera (puede ser más), sacamos la masa, la estiramos entre dos hojas de papel vegetal y usando un rodillo con topes que nos permita esturar una masa uniforme con el grosor que queramos. Dejamos la masa de nuevo en la nevera una hora más antes de sacarla y cortarla con las formas previamente elegidas.

Los descartes de masa no deben usarse más de un par de veces, porque esa masa pierde la consistencia y al hornear se nos deforman las galletas, por no hablar de las burbujas que nos salen...

Por cierto, con estas cantidades me salen unas 25-30 galletas, dependiendo del diseño de la galleta, claro está.

Espero que os haya gustado y que dejéis muchos comentarios sobre el resultado.

domingo, 20 de mayo de 2012

TARTA MONSTER HIGH III

Por fin vengo con esta tarta! Se nota que me hacía ilusión, no? Y es que llevábamos planeándola tanto tiempo que parecía que nunca llegaría el momento de ponerse manos a la obra.

Mar es una chica simpatiquísima, con una alegría en la expresión y una dulzura que me sorprendieron cuando la conocí. Iba a ser la comunión de su hija menor y quería que fuera un día inolvidable y lleno de sorpresas. Es normal, los peques son especiales (lo dice una que lo ha sido, claro). Como había visto la primera tarta que hice de Monster High y le había gustado, me preguntó y así empezamos a planear la sorpresa de María.

Espero que os guste, a mi me encantó no sólo hacerla, sino el tener el placer de presenciar la cara de María cuando entró David con la tarta. Me emocioné muchísimo, tuve que contener las lagrimillas, porque nunca se sabe cómo reaccionará un niño.

Y salió perfectamente, me fui con una enorme satisfacción y alegría después de haber superado algunos contratiempos, como el hecho de que se presentó una ola de calor con la que no habíamos contado que hizo que el fondant reaccionara peor. Bueno, eso y mi empeño en hacer una tarta con el efecto de cojín, que necesito perfeccionar muy mucho.



El piso de abajo es un dummies forrado con fondant, mientras que los dos superiores son bizcochos almendrados al aroma de vainilla rellenos de ganaché de chocolate blanco y dulce de leche, forrados con fondant y decorados con perlas comestibles.

domingo, 13 de mayo de 2012

FIESTA LOS VENGADORES

Ya os enseñé la fiesta blanco-rojo que les preparé a mis hijos por su cumpleaños para celebrarlo con la familia. Pues bien, ahora os traigo la fiesta de Los Vengadores que le preparé a mi hijo mayor, Xavi, para celebrarlo por primera vez con sus amiguitos de clase. Quería que todo saliese perfecto, porque mi chiquitín se lo merece, es bueno, paciente (todo lo que se puede ser a los ocho años, claro), inteligente, sensible... Podría decir millones de cosas sobre él, pero voy a parar e ir al gramo.




Esta vez fui más modesta con la presentación por falta de tiempo, pero lo di todo por la tarta. Como véis, no faltaron unas sencillas bizcobolas azules y unas galletas de vainilla  con su nombre y con escudo del Capitán América.

Además, preparé unos deliciosos cupcakes de vainilla con frosting bde queso. El sabor era sencillamente maravilloso y me gustó el hecho de que no destacara sobre el resto de la tarta, porque esta vez la tarta tenía que ser protagonista.
Y aquí os traigo uno de los máximos orgullos de mi colección:la tarta de Los Vengadores.




Los dos bizcochos superiores son de vainilla rellenos de dulce de leche y de ganaché de chocolate blanco, el resto son falsas tartas.

lunes, 7 de mayo de 2012

TARTA CAMALEÓN

Y he aquí otra de esas tartas que te salen de repente, que no puedes decir que no, que la sudas y que al final resulta ser una de las mejores para ti.

El boceto lo hice con bastante antelación, me lo aprobaron y quedamos en que ya me dirían la fecha. Y me llaman el jueves por la mañana para decirme que la necesitaban para el sábado. Sudé tinta china pensando que no me daría tiempo de modelar y secar la figura del camaleón, no tenía claro ni siquiera cómo hacerlo, me faltaba material... Pero lo conseguí!!!!

La tarta era un regalo para la fiesta sorpresa de su jefe. Y yo pregunté "¿Le váis a regalar una tarta sobre el trabajo?. Pero parece ser que es un enamorado de su trabajo y que era la mejor idea que podían tener. Y así nació esta tarta homenaje a los colores y a los fregaderos de diseño, cuyo bizcocho es arcoiris (a ver si tengo suerte y me pasan una foto del corte), relleno de ganaché de chocolate blanco y con dos fregaderos incrustados a los lados, que por falta de tiempo no pude fotografiar.




TARTA VOLCÁN

Esta es una de las tartas más atípicas de cuantas he hecho hasta ahora. Sí, es verdad, no es espectacular. Sin embargo es curioso aunar un volcán, personajes de Doraemon y un personaje desconocido para mi, como Kibo. Y más en la tarta de cumpleaños para un niño pequeñito. Menuda personalidad debe tener Hugo para querer un volcán. Eso sí, una gran personalidad sin dejar de ser niño, porque no podían faltar personajes de su edad.

Yo debo tener una historia de amor con Doraemon, porque siempre disfruto haciéndolo. Esta vez, eso sí, mucho más pequeño y muy bien acompañado de Shizuka.

Richard me pidió que modelara a los personajes, porque quería intentar hacer él mismo la tarta, pero como tenái mucho trabajo me pidió que la hiciera toda yo y confió en mi. Y creo que no quedó mal, no?


El bizcocho era de cacao, relleno de ganaché de chocolate con leche y de ganaché de chocolate blanco.