viernes, 30 de noviembre de 2012

ÉRASE UNA VEZ... UNA BODA. UN CUMPLEAÑOS Y UN ANIVERSARIO

Llevo demasiado tiempo sin publicar, pero como siempre, vengo con unas cuantas entradas. No diré que son nuevas, porque ésta en concreto tiene ya su tiempecito.

El mismo fin de semana de la tarta para Los Payasos de la Tele, hice las dos tartas que os traigo hoy y que por no quedar deslucidas os traigo con mucha posterioridad. Y es que todas las tartas merecen su protagonismo, todas son especiales y están llenas de cariño por parte de quien las elabora y, sobre todo, por parte de la persona que las regala. Por eso esta entrada la dedico a esas tartitas que no son para gente conocida, que son pequeñas, que no saldrán en los medios, pero que para mi son tan importantes como la más grande.

Volviendo a aquel sábado de la boda de Lara Aragón y Ángel Hueso, y recordando que fue una semana de auténtica locura de modelados, bizcochos, rellenos y montajes, me comprometí a preparar también una pequeña tarta que sería una sorpresa para uno de los asistentes a la misma boda de los conocidos payasos. Y es que el presentador del espectáculo circense y su esposa, celebraban ese mismo día su 25º aniversario y sus amigos no querían dejar pasar la ocasión para regalarle este detallito que, aunque sencillo, quedó bonito. La consigna era reproducir el vestido de la novia e intentar que se le pareciese en lo posible, aún a pesar y a sabiendas de que el tiempo corría ya en nuestra contra.

Pero gustó y mucho, y eso para mí lo dice todo. Es verdad que sufrí como nunca, que incluso la entregué más tarde de lo previsto, pero me sirvió para varias cosas. La primera: "no coger más trabajo del que puedas (las horas de sueño son sagradas)". La segunda: "Se puede modelar una pareja de novios en hora y media O_o". Y tres: "si quieres, puedes".

Pero no quiero perder el hilo. Y es que con mucha más antelación estaba la tarta de Rossi para Javi. Me dio pena no llegar a conocer al homenajeado ni haber entregado la tarta en persona, pero estaba hiperventilando frente a una pareja de novios de azúcar, cubierta de manchas de colorante y con las ojeras de días sin apenas dormir. No sé cómo mis hijos todavía me reconocían...

La tarta de aniversario era de dulce de leche, tanto el bizcocho como el relleno, que era de buttercream de ese sabor. La tarta de Rossi era también un bizcocho de dulce de lecha rellena de ganache de chocolate blanco y buttercream de dulce de leche.

Para acabar esta entrada quisiera disculparme por tardar tanto en publicar un merecido post con el Concurso de IFA Sweet Festival en Alicante, pero es que quiero sacar mejores fotos de la tarta y las galletas, previo retoque de la primera, ya que en la exposición trataron de arrancarle los ojos al pobre Scrooge...

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